lunes, 17 de agosto de 2009

¡"NUESTRO QUERIDO PRESIDENTE"!....

La evolución actual de un colombiano, olvidando al parecer sus propias raíces..

Plano medio del retrato de una persona. La fotografía cubre la mitad del cuerpo hacia arriba. Iniciando por el fondo, se observa la bandera de un reconocido país. Aquella bandera tiene tres colores, en orden descendente: su primer color, y el más grande de los tres, es el amarillo, el segundo es el azul y el tercero es el rojo. Exactamente en el centro de aquella bandera se halla un escudo que cubre gran parte de la bandera. El escudo es redondo. Mirando el escudo de afuera hacia adentro, se encuentra una franja redonda de color rojo en la cual está impregnada el nombre del país. Más hacia adentro (tapado en mayor parte por la persona) se encuentra, al parecer, los símbolos representativos del país. Pasando ahora al frente de la fotografía, observamos a una persona vestida de traje ejecutivo. La camisa es -al parecer-, de un color azul claro, adornada a su alrededor, con una corbata de color vinotinto y encima de estas prendas está el blazer de color azul opaco. El cabello de esa persona es ondulado y de color negro, no muy largo, más bien, al estilo militar. El tamaño de su frente demarca lo grande de su inteligencia. Sus orejas son sencillas, no muy grandes pero tampoco muy pequeñas, acordes con el tamaño de su cabeza. Las cejas son grandes y caídas; debajo de ellas se encuentran los ojos de color café claro. Encima de los ojos, están las gafas de marco transparente y de lentes redondos grandes. Su nariz es amplía y la punta es redonda. Un bigote recién afeitado. Unos labios secos y de una tonalidad rosada. Pómulos caídos y una cumbamba de punta ancha. Esta persona se halla apoyada con su antebrazo derecho en el espaldar de una silla café. Sus manos lucen viejas, pero sus uñas, demuestran lo impecable y organizado de su profesión.

Este presidente, a mi parecer, luce déspota y tirano. Su forma de vestir demuestra las ambiciones de un colombiano que ha perdido por completo sus orígenes. Un colombiano que solo piensa en sí mismo, aunque diga que trabaja por el bien de los otros. Además, refleja la apariencia de los gobernadores de América del Norte, que solo buscan aspirar a fondo, lo que más puedan de la sociedad. La bandera de Colombia y la postura que el presidente guarda, reflejan a un tirano, que deja ver sus más bajas y oscuras intenciones. En la expresión pagana de su cara se logra ver su más estricto régimen y la inteligencia con que realiza cada paso para obtener lo que busca. La expresión de la boca, más parecida a una risa fingida, demuestra su soberbia y la satisfacción de seguir engañando a un pueblo que le ha entregado todo. Sin embargo, hay que reconocer que a pesar de la apariencia que la imagen brinda, por dentro como por fuera, es un ser humano que de una u otra manera ha ayudado o ayudara a la sociedad.



No hay comentarios:

Publicar un comentario